Ya no existen colores, solo sombras... por cierto, te vi en mis sueños, y me regalabas un libro, no recuerdo más.
Hermosa noche eterna, gracias por permitirme sentirte tan cerca, ya sabes que hablo de ti...
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Yo ya quisiera que me regalaran un libro... sólo alguien que me conoce bien lo haría...
No solo te regalé un Libro, sino tambien te leí uno de los poemas...
LA FUENTE DE SANGRE
A veces siento mi sangre correr en oleadas, lo mismo que una fuente de rítmicos sollozos; la oigo correr en largos murmullos, pero en vano me palpo para encontrar la herida.
A través de la ciudad, como un campo cerrado, va transformando las piedras en islotes, saciando la sed de cada criatura, y coloreando en rojo toda la natura.
A menudo he pedido a estos vinos aplacar por un solo día el terror que me roe; el vino torna el mirar más claro y el oído más fino.
He buscado en el amor un sueño de olvido; pero el amor no es para mí sino un colchón de alfileres, hecho para dar de beber a esas crueles mujeres.
Mientras tanto en lo más oscuro de la selva dormía feliz y sonriente, pero por dentro gritaba, el sol de su alma se había apagado y la oscuridad de su ser ya la tenía en su poder, solo la eternidad podría salvarla...
En eso sigo, solo traduzco a palabras las imágenes que se me vienen a la mente, o eso creo...
4 comentarios:
Yo ya quisiera que me regalaran un libro...
sólo alguien que me conoce bien lo haría...
saludos desde mis rincones
No solo te regalé un Libro, sino tambien te leí uno de los poemas...
LA FUENTE DE SANGRE
A veces siento mi sangre correr en oleadas,
lo mismo que una fuente de rítmicos sollozos;
la oigo correr en largos murmullos,
pero en vano me palpo para encontrar la herida.
A través de la ciudad, como un campo cerrado,
va transformando las piedras en islotes,
saciando la sed de cada criatura,
y coloreando en rojo toda la natura.
A menudo he pedido a estos vinos
aplacar por un solo día el terror que me roe;
el vino torna el mirar más claro y el oído más fino.
He buscado en el amor un sueño de olvido;
pero el amor no es para mí sino un colchón de alfileres,
hecho para dar de beber a esas crueles mujeres.
gracias por estar...
y por no ser
:)
HERMOSO RECUERDO...
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